Los profesores del IES. Sácilis, convencidos de la utilidad de la literatura en general, y de la poesía en particular, nos vemos en la necesidad de plantear esta experiencia educativa como un recurso más para abordar la noble tarea que significa impartir clase. Nuestra esperanza es que algo cambie, que nuestro centro se enriquezca con nuevas prácticas, y que lo haga mediante cauces que incentiven día a día nuestro trabajo.


¿Qué pretendemos con EL POEMA DE LA SEMANA?

  1. Fomentar la lectura como uno de los actos que más dignifica al ser humano, apoyando los objetivos del Plan de lectura y biblioteca.
  2. Cambiar, mediante pequeños gestos, el día a día de nuestra labor docente para modificar y mejorar el ámbito en el que trabajamos, recurriendo en este caso a un “arma poderosa”, como es la poesía.
  3. Colocar un poema en la entrada del centro, en un espacio creado para tal fin, además de en otros lugares como pasillos, clases, o en el entorno virtual de las TIC.2: Blog “Poema de la semana”, facebook, instagram...
  4. Romper entre nuestro alumnado y, en general, en toda la comunidad educativa, los prejuicios que se tienen acerca de este género literario: la poesía no es aburrida, ni difícil de leer, ni es un desahogo romántico, o algo cursi...
  5. Mostrar su utilidad real: la poesía sirve para pensar despacio, para aprender a amar las palabras, para atenuar la violencia verbal y conocernos y comunicarnos; sirve para ligar, para sonrojar a un chico o a una chica, para consolar, para regalarla...La poesía es como un inmenso botiquín con toda clase de medicamentos que curan la ansiedad, la soledad, el insomnio, la melancolía, los enfados, las migrañas, los dolores del amor...Nos ayuda a entender mejor nuestros sentimientos y a leer mejor en los demás; a sentirnos rodeados de belleza; a rebelarnos contra el mundo... Además un poema puede leerse a cualquier hora del día o en cualquier lugar: en el café; mientras hacemos el trayecto hacia el instituto o trabajo en coche, bus o tren; esperando en la consulta del doctor o en la oficina de correos; a la hora del almuerzo, la cena; o en la cama, antes de dormir...
  6. Difundir la obra de nuestros poetas contemporáneos y enriquecernos con su mirada sobre el mundo actual, ampliando sus límites y fronteras.


EL POEMA DE LA SEMANA se inicia con la ilusión de que todos los compañeros, padres y madres y, cómo no, todos los alumnos, participen en esta novedosa actividad. Simplemente leyendo los poemas o incluso (¡qué gran éxito sería para nosotros!) proponiendo poemas para su difusión en este espacio o divulgando la existencia del proyecto a través de cualquier cauce. Por tanto, es a la par un lugar de encuentro y un sitio abierto a toda la comunidad educativa del IES. Sácilis.


lunes, 29 de febrero de 2016

Palabra


Palabras sencillas que saben mentir.
            Palabras tristes que piden disculpas.
            Palabras hermosas que me requieren.
            Palabras oscuras que me hablan de ti.
            Palabras que dicen lo que yo pienso.
            Palabras que expresas tú por mí.

            Palabras, sonidos, palabras,
            ¿dónde estáis ahora?

            Sólo una sílaba humana,         
            Para entrar en razón.
            Solo una señal,
            Para dejar la soledad.
            Sólo tú,
para empezar a hablar,
a vivir, a sentir...
aunque sea
para morir

Catalina Jaén López
Íntimo y tuyo (2005)
 

Elección y comentario  de  Pilar Ortega, profesora de Lengua y Literatura del IES. Sácilis

            Catalina Jaén López, Lina para mí, es una mujer preciosa “por dentro y por fuera”, desenfadada y tímida a partes iguales, con la que he compartido  tanta vida, tantos años: días de estudio, de risas y de llantos.

            Nacida en Fernán Núñez, filóloga por vocación, cursa la carrera de Filología Hispánica en la Universidad de Córdoba y se dedica a la docencia desde hace más de treinta años, habiendo ejercido en varios centros de Secundaria y Bachillerato de Andalucía.

            Su gran sensibilidad la lleva, como no podía ser de otra manera, a interesarse por todas las artes y a desarrollar su actividad poética desde muy joven.

Ha colaborado en varias publicaciones poéticas colectivas y tiene un poemario publicado en 2005, Íntimo y tuyo.

Su poesía es sencilla, íntima y sugerente. Conecta y comparte rápidamente con los sentimientos de quien se acerca a su lectura, porque es auténtica lírica: sus poemas siempre reflejan sentimientos, diversos estados de ánimo por los que las personas vamos pasando a lo largo de nuestra existencia, de  nuestro día a día, tan  poca cosa... pero tan importante, porque es lo único que tenemos. Sus poemas son como pinceladas de vida, de luces y de sombras, porque todos tenemos días en los que la ilusión nos rebosa y también otros en los que nuestra luz interior parece no querer encender nuestro día.

He elegido esta breve composición para el POEMA DE LA SEMANA  porque se encuadra en la línea de “Pido la paz y la palabra”,  abierta por otros poemas en semanas  anteriores.

Ya sé que se dice que “una imagen vale más que mil palabras”, pero yo me quedo con las palabras, las prefiero; una imagen es un momento, … mejor una conversación de una hora: mil palabras con una amiga, mil palabras con … esa persona.

Vivimos rodeados por las palabras, desde nuestro primer balbuceo, nos acompañan toda la vida y son el fiel reflejo de nuestro estado de ánimo. ¡Qué frustrante cuando no encuentras las palabras! ¡Qué reconfortante cuando alguien te dice justo lo que necesitabas oír, para levantarte, para vivir...

Con las palabras podemos dar tanto amor... y hacer tanto daño

Para los curiosos con tiempo dejamos esta entrevista al filósofo don Emilio LLedó. Merece la pena oírlo reflexionar acerca de las palabras...
 

domingo, 21 de febrero de 2016

Pequeño Vals Vienés


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del “Te quiero siempre”.

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Federico García Lorca
Poeta en Nueva York (1929-30)

BREVE HISTORIA DE UN VIAJE  
Leonard Cohen y España

El escritor granadino Federico García Lorca, uno de los escritores más trascendentes de nuestra literatura, desembarca del RMS Olympic –gemelo del Titanic– en Nueva York el 25 de junio de 1929; aunque llega con la excusa de estudiar un curso de inglés en la Universidad de Columbia y dar unas conferencias por distintas universidades de Estados Unidos y Cuba, en realidad lo que desea es curar su angustia existencial: va huyendo de una tormentosa relación homosexual, de una amistad difícil con el pintor Salvador Dalí, y de una familia y un entorno que le oprime y que provoca en él una honda crisis personal. A Lorca le impacta profundamente la sociedad estadounidense y siente desde los primeros días de su estancia en Nueva York, un hondo rechazo hacia el capitalismo, la mecanización y la industrialización de la sociedad moderna, que, según el poeta, condena al individuo a una soledad inevitable; a la vez, denuncia insistentemente el trato a la minoría negra, del mismo modo que, con anterioridad, ha hecho en Granada con los gitanos. Esta conmoción desencadena en Lorca la escritura de los poemas que más tarde van a conformar el corpus del libro Poeta en Nueva York, uno de los más importantes e influyentes de nuestras letras, en el que Lorca grita de horror: en él denuncia la injusticia y la discriminación, la deshumanización de la sociedad moderna y la alienación del ser humano, al mismo tiempo que demanda una nueva dimensión humana donde prevalezca la libertad y la justicia, el amor y la belleza. Lorca encuentra en el movimiento artístico y literario surrealista el vehículo perfecto para expresar toda la angustia de la que ya hemos hablado. Pequeño Vals Vienés, nuestro poema de esta semana, es el antepenúltimo poema de Poeta en Nueva York y representa, dentro de la estructura del libro,  la huida y la liberación de la ciudad de los rascacielos. Es un poema de amor, un amor frustrado y doloroso. Un poema profundamente rítmico y sonoro en el que casi podemos bailar con los ojos al leerlo, y donde las imágenes surrealistas en asociación libre: Hay un fragmento de la mañana [...] Hay un salón con mil ventanas” “Hay una muerte para piano [...] Hay mendigos por los tejados. Hay frescas guirnaldas de llanto”… nos hacen sentir más que reflexionar, percibir más que comprender; algo que es común a todo el libro, y a todo el surrealismo como arte, pues sus versos sugieren más allá de la comprensión racional, y es necesario dejarse llevar por la intuición.

El poema de esta semana, como hemos visto, nace en Nueva York y viaja, cuando Lorca abandona la ciudad en marzo de 1930, por la costa este de Estados Unidos en tren dentro de la maleta de su autor hasta Miami, donde Lorca embarca de nuevo hasta Cuba; y allí, en la isla, vivirá los siguientes tres meses, en los que nuestro poema descansa en las páginas de un cuaderno manuscrito. El poeta regresa a España en junio de 1930, y con él, de nuevo en su maleta, nuestro Pequeño Vals. Seis años después, en plena efervescencia bélica, y tras un prolongado proceso de configuración, García Lorca confía finalmente el poemario a su amigo José Bergamín, quien lo publicará en el exilio en México y en Estados Unidos en 1940, tres años después del fusilamiento del poeta en la Guerra Civil. Otra vez nuestro poema retorna por el atlántico al continente americano para ver la luz por vez primera;  pero el viaje no ha hecho más que comenzar.

Nueve años más tarde, un jovencísimo, imberbe y apocado, Leonard Cohen, entra en una librería de segunda mano de Montreal, su ciudad natal. Allí abre por primera vez un libro de Federico García Lorca; la magia de sus versos va a dejarle una huella tan profunda que va a marcar, como más tarde reconocerá, su carrera literaria; y tal es su embelesamiento por la obra del granadino, que llamará a su primera hija Lorca. En la misma época, Cohen (aún no sabe que va a convertirse en uno de los más fascinantes compositores musicales), pasea cerca de la casa de su madre por un parque de la misma ciudad; en ese momento ve a un joven, al que llaman el gitano de Montreal; está tocando para unas chicas; se acerca y le ruega, emocionado por su música, que le dé lecciones. Acuerdan un precio y el músico callejero acude a su casa para enseñarle los primeros acordes. El joven es español, y el instrumento que toca es una guitarra flamenca. A las pocas semanas, el improvisado profesor no vuelve, Cohen llama a la pensión en donde se alojaba y allí le dicen que se ha suicidado.

Muchos años después, en 1988, Leonard Cohen, convertido ya en una figura mundialmente conocida, edita su álbum I’m your Man, que incluye una canción titulada Take This Walz (una joya de belleza deslumbrante), versión musical del Pequeño Vals Vienés. Un éxito mundial que, teniendo como vehículo la lengua inglesa, va a llegar a todos los rincones del planeta, no sólo en televisiones y emisoras de radio, sino también a través de las posteriores giras multitudinarias del canadiense, en donde nuestro Pequeño Vals, de la mano de Leonard Cohen y cantado en todos sus conciertos, va a viajar por todo el mundo, desde Australia a Europa, pasando por Israel, Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá.

En 2011, Leonard Cohen recibe el premio Príncipe de Asturias de las Letras, y en la ceremonia de entrega afirma que, gracias a los versos del poeta Federico García Lorca, encontró su "voz", y, merced al guitarrista que conoció en Montreal, aprendió "esos seis acordes y ese escaso flamenco” que han sido la base de todas sus canciones y toda su música. La admiración de Cohen por el arte español pasa, como vemos, por el flamenco (fue seguidor de Camarón, al que fue a ver al Olimpia de París al final de su vida). Quizá por eso, los primeros discos del canadiense tienen un aire flamenco.

Diecinueve años antes, en 1992, Enrique Morente, que se ha dado cuenta de esos matices flamencos en la música de Cohen, trabaja en un disco de versiones suyas junto a Pepe Habichuela. Es el germen de Omega, un álbum antológico en la historia de la música española. Cohen vuelve a estar de gira por España con su disco The future y un amigo común, que siempre supo de la relación de Cohen con el flamenco, decide presentarle a Enrique Morente. Bajo la cúpula del hotel Palace en Madrid, dos genios, Cohen y Morente, brindan por Federico García Lorca, que precisamente había sido un habitual del bar del hotel, dato que ellos celebran.

El primer encuentro en el Palace, según alguno de los presentes, es más parecido a una charla amistosa que a una reunión profesional. Teniendo como barrera el idioma, cada uno, como puede, le reconoce al otro su admiración, pero es suficiente para que Omega viera la luz en 1996. En colaboración con el grupo de rock granadino Lagartija Nick, y basándose en algunas canciones de Cohen, Enrique Morente crea uno de los discos más vanguardistas de la fusión entre el flamenco y el rock. El Pequeño Vals Vienés es la segunda canción de este álbum. Se trata de un vals aflamencado en el cual la voz arrebatada de Lorca emerge de la honda garganta del cantaor con un aire nuevo, profundo, misterioso e intensamente emocionante que siempre acaba poniéndome los pelos de punta. Nuestro Pequeño vals vuelve a la carretera y a visitar numerosísimas ciudades de todo el mundo, pero esta vez de la mano de Enrique Morente y Lagartija Nick.

Se han hecho muchas versiones posteriores: Ana Belén en Lorquiana (1998), o la propia hija de Enrique Morente, Soleá, con una voz preciosa, son algunos ejemplos. Pero es la nueva versión de la catalana Silvia Pérez Cruz en su disco Granada (2014) la que ha conseguido conmoverme de nuevo; y mira que el listón con los dos maestros lo tenía alto. Lo excepcional es que le da otro giro en el que expresa el desgarrador dolor del poeta con una verdad y una sinceridad tan íntima y sentida que taladra los tímpanos y el corazón. Una versión tan innovadora que, partiendo del vals aflamencado de Morente vía Cohen, como sabemos, consigue llevarla por momentos a ritmos de jazz o blues. Sencillamente, una maravilla. Hace unos meses un amigo me habló por primera vez de ella y me puso su arte en el oído; y sólo un par de semanas atrás, El País Semanal le dedicó, además de la portada, un excelente reportaje; pero confieso que ha sido este fin de semana cuando he comenzado un idilio con la voz, la interpretación, la delicadeza e, insisto, el desgarro de Silvia Pérez Cruz, que me ha tocado en lo más hondo.

Y otra vez nuestro Pequeño Vals por autopistas y aeropuertos, y ojalá que la historia continúe…

La historia que acabo de contar refleja la Andalucía que me gusta, y con la que me identifico. Esa Andalucía que, partiendo de lo andaluz, se abre al mundo y habla en esencia de lo que es común a todos los seres humanos y trasciende lo regional para hacerse universal. La Andalucía formada de distintos pueblos; la Andalucía de Velázquez, Mariana Pineda, Falla, Picasso, Lorca o María Zambrano; la Andalucía de la luz, el paisaje y la alegría en la calle. Sin embargo, aborrezco la Andalucía superficial y barata promovida desde las instituciones andaluzas, difundida y potenciada por las televisiones regionales; tanto como aborrezco el absurdo orgullo exacerbado andaluz, y su opuesto, el complejo; o el estereotipo del andaluz tan frecuente más allá de nuestras fronteras.

Creo que la única solución a nuestra histórica, económica y culturalmente deprimida región, y a la disolución, por tanto, de la imagen que proyectamos hacia fuera (aunque en esto último también tienen mucho que ver los medios de comunicación nacionales), es la educación, y solo la educación. Ojalá seamos verdaderamente conscientes cuanto antes, e invirtamos, con sentido común, el tiempo, el esfuerzo y el dinero que nos merecemos.

Soy andaluz, no puedo ni quiero sustraerme de esa realidad. Pero no soy andalucista; como tampoco sería nacionalista catalán, vasco, gallego o español. No entiendo ningún nacionalismo ni entiendo la crítica al nacionalismo desde otro nacionalismo. Sabemos que el concepto mismo de nación hunde sus raíces en el idealismo filosófico y en el movimiento romántico surgido en Europa a finales del siglo XVIII, con distintas motivaciones y fines tanto culturales y sociales como económicos; sin embargo ¿tiene algún sentido en la actualidad mirarse al ombligo en un mundo cada vez más internacionalizado, en donde la propia inercia de las historia nos regalará la mezcla y enriquecimiento mutuo entre culturas?

Quiero concluir este comentario con la letra de un fandango de El Cabrero, uno de mis cantaores flamencos predilectos; un sabio capaz de cantar un soneto de Borges por bulerías o de escribir maravillosos versos como estos, que sintetizan muy bien lo que yo siento por Andalucía, por el hecho mismo de existir, y por mi manera de estar y concebir el mundo:

Andalucía es mi “mare”
y como un hijo la quiero
Andalucía es mi “mare”
de corazón la venero
pero yo soy como el aire
mi patria es el mundo entero…

Si esto es lo que celebramos el próximo día 28 de febrero, me uno a la celebración…

Gurb

BIOGRAFÍA DE FEDERICO GARCÍA LORCA

(Fuente Vaqueros, España, 1898 - Víznar, id., 1936) Poeta y dramaturgo español. Los primeros años de la infancia de Federico García Lorca transcurrieron en el ambiente rural de su pequeño pueblo granadino, para después ir a estudiar a un colegio de Almería.
Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular.
A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación y artistas como Buñuel o Dalí. En este ambiente, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y empezó a interesarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso.
En 1921 publicó su primera obra en verso, Libro de poemas, con la cual, a pesar de acusar las influencias románticas y modernistas, consiguió llamar la atención. Sin embargo, el reconocimiento y el éxito literario de Federico García Lorca llegó con la publicación, en 1927, de Canciones y, sobre todo, con las aplaudidas y continuadas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico.
Entre 1921 y 1924, al mismo tiempo que trabajaba en Canciones, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931), un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo perseguido de los gitanos, personajes marginales marcados por un trágico destino. Formalmente, Lorca consiguió un lenguaje personal, inconfundible, que reside en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.
Tras este éxito, Lorca viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario durante el curso 1929-1930. Las impresiones que la ciudad imprimió en su ánimo se materializaron en Poeta en Nueva York (publicada póstumamente en 1940), un canto angustiante, con ecos de denuncia social, contra la civilización urbana y mecanizada de hoy. Las formas tradicionales y populares de sus anteriores obras dejan paso en esta otra a visiones apocalípticas, hechas de imágenes ilógicas y oníricas, que entroncan con la corriente surrealista francesa, aunque siempre dentro de la poética personal de Lorca.
De nuevo en España, en 1932 Federico García Lorca fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se proponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Su interés por el teatro, tanto en su vertiente creativa como de difusión, responde a una progresiva evolución hacia lo colectivo y un afán por llegar de la forma más directa posible al pueblo. Así, los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit, conjunto de poemas inspirados en la poesía arabigoandaluza, y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936), hermosa elegía dedicada a su amigo torero, donde combina el tono popular con imágenes de filiación surrealista.
Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico, incluido el coro de lavanderas, con su corifeo que dialoga con la protagonista comentando la acción. Parecido es el asunto en Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). La huida, llena de premoniciones, en la que la propia muerte aparece como personaje, presagia un final al que se viene aludiendo desde la primera escena y en el que ambos hombres se matarán, segando así la posibilidad de continuidad de la estirpe por ambas ramas y renovando la muerte del padre del novio a manos de la familia de Leonardo. De esta manera, la pasión y la autobúsqueda concluyen con la destrucción de todo el orden establecido.

Entre toda ellas destaca La Casa de Bernarda Alba (1936), donde la pasión por la vida de la joven Adela, encerrada en su casa junto con sus hermanas a causa del luto de su padre y oprimida bajo el yugo de una madre tiránica, se rebelará sin temor a las últimas consecuencias. De esta manera, su pasión por la vida se estrellará contra el muro de incomprensión de su familia concluyendo todo con su eliminación. Junto con la figura de la protagonista, destaca la serie de retratos femeninos que realiza el autor, desde la propia Bernarda hasta la vieja criada confidente de todas (La Poncia), la hermana amargada y envidiosa (Martirio) o la abuela enloquecida que se opone a la tiranía de Bernarda.
La casa de Bernarda Alba, considerada su obra maestra, fue también la última, ya que ese mismo año, al estallar la guerra civil, fue detenido por las fuerzas franquistas y fusilado diez días más tarde, bajo acusaciones poco claras que señalaban hacia su papel de poeta, librepensador y personaje susceptible de alterar el «orden social».

domingo, 14 de febrero de 2016

El Número Áureo o Divina Proporción


A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura,
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.


A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.


A ti, mar de los sueños angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.


Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera transparente.
A ti, divina proporción de oro.



Rafael Alberti
Poemas del destierro

LAS MATEMÁTICAS EN LA POESÍA

¿Quién ha dicho que los números están reñidos con las letras?
De eso, nada. Así que vamos a jugar con la poesía de las matemáticas. O viceversa.
Desde siempre, a los poetas les ha gustado jugar con los números. Y no han faltado, a lo largo de Historia, matemáticos que se dedicaron, con gran éxito, a la literatura. Baste recordar a Lewis Carrol y su libro Alicia en el país de las Maravillas.
Al fin y al cabo, los poetas tienen que saber medir bien las sílabas de un verso si quieren que todos sean iguales, así como el número de versos para lograr la estrofa que buscan. Asimismo, el ritmo es una característica común porque, por ejemplo, las series numéricas tienen, a veces, unos ritmos fantásticos, como lo pueden tener el color, la forma, la música, la palabra o la expresión corporal.
Como ejemplo de lo expuesto anteriormente, hemos elegido un poema de Rafael Alberti. En su obra poética pueden encontrarse numerosas referencias a las Matemáticas. Así, una de sus poesías está dedicada al Número Áureo.
Este número, también llamado número dorado, razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea o divina proporción, que dota de una característica estética especial a los objetos que lo contienen en su naturaleza, es la relación o proporción que guardan entre sí dos segmentos de rectas. Fue descubierto en la antigüedad, y puede encontrarse no solo en figuras geométricas, sino también en la naturaleza en formas como los girasoles y en la disposición de los pétalos de algunas plantas como los cactus o rosas; también rige las dimensiones y formas de las galaxias; podemos encontrarlo en el del corazón de la manzana o en la forma tan particular que presentan las telarañas. ¿Se trata de una casualidad o existe alguna especie de “plan oculto” que vincula las matemáticas con la naturaleza?
Euclides, unos tres siglos antes de Cristo, fue el primero en hacer un estudio formal sobre el número áureo en su obra Los Elementos. Euclides definió su valor diciendo que “una línea recta está dividida en el extremo y su proporcional cuando la línea entera es al segmento mayor como el mayor es al menor.” En otras palabras, dos números positivos a y b están en razón áurea si y sólo si (a+b) / a = a / b. El valor de esta relación es un número que, como también demostró Euclides, no puede ser descrito como la razón de dos números enteros (es decir, es irracional y posee infinitos decimales) =1,61803...(Fi)
Es muy frecuente encontrar este número en el arte y la arquitectura, ya que las figuras que están proporcionadassegún el número áureo resultan más agradables desde un punto de vista estético. Así, el uso de este número puede encontrarse en las principales obras de Leonardo Da Vinci (1452 - 1519), como por ejemplo en el Hombre de Vitruvio.
La arquitectura no es tampoco ajena a este valor matemático. La relación entre las partes, el techo y las columnas del Partenón de Atenas, por ejemplo, también se relacionan mediante el número áureo, y en la vida real, muchos productos de consumo masivo se diseñan siguiendo esta relación, ya que resultan más agradables o cómodos. Entre ellos, todas las tarjetas de crédito.
¿Encierra el poema de Alberti este número tan misterioso capaz de dotar de belleza a cualquier forma que lo contenga? En el plano del contenido, el autor nos describe este número como la razón de la hermosura, del origen de las formas regulares o de la causa misma del universo a través de bellísimas metáforas como cárcel feliz…, flor de las cinco formas…, arco sonoro…, o  misteriosa fontana…; y en el plano de la forma, igualmente Alberti alcanza unas cotas altísimas de belleza, pues la propia elección de la estrofa (se trata de un soneto, la estrofa clásica en la poesía occidental) es un acierto en sí misma, y  también lo es en su ejecución, pues la estructura paralelística: “a ti, maravillosa…, a ti mar de los sueños…, a ti divina proporción…”; junto al equilibrio musical de las rimas consonantes y al ritmo clásico de los endecasílabos, que actúa como columna que vertebra la armonía sonora de todo el poema, producen una hermosa melodía que emociona más allá del propio significado. Respondiendo a la pregunta con la que abríamos el párrafo, no sabemos si el número áureo está de alguna manera contenido en la perfección de este soneto, lo que sí sabemos es que produce la misma percepción de belleza que la contemplación de Las Meninas de Velázquez, los lienzos de Adán y Eva de Alberto Durero, las facciones de la Mona lisa de Leonardo, la pirámide de Keops, Notre Dame en París, las escaleras del Vaticano o el edificio de la O.N.U. en Nueva York, que son, junto a las mencionadas anteriormente, otros ejemplos de obras creadas a partir de la proporción áurea.
Cuando hablamos de poesía siempre pensamos en sentimientos como el amor o el desamor, la dicha o el dolor; la libertad, la paz, la primavera o el esplendor de un  paisaje. Con este poema Rafael Alberti nos revela que la poesía puede encontrarse en lugares tan insospechados como es un número irracional. La poesía está en todos los sitios. Búscala.

     Al alimón, don Emilio Molina, profesor de matemáticas del IES. Sácilis, y Gurb, profesor de literatura.

    El siguiente vídeo ilustra, a través de unas sorprendentes imágenes digitales, la belleza de la forma áurea en distintos elementos de la naturaleza. Poesía visual y matemáticas de la mano…
 
BIOGRAFÍA DE RAFAEL ALBERTI
Rafael Alberti Merello. (El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de diciembre de 1902 - El Puerto de Santa María, Cádiz, 28 de octubre de 1999). Poeta español de la Generación del 27, (otros poetas de esta generación fueron Jorge Guillén, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados).
Empieza el bachillerato en el Colegio de los Jesuitas del Puerto de Santa María. En 1917 se traslada a Madrid, donde abandona el bachillerato por la pintura, que ejerce una gran influencia en su obra; en 1922 realiza una exposición en el Ateneo. Por motivos de salud se traslada, poco después, a vivir en las sierras de Guadarrama y Rute, donde empieza a escribir sus primeras poesías, recogidas bajo el título de Marinero en tierra. Con este libro obtiene el Premio Nacional de Literatura (1924-25), otorgado por un jurado que integraban Antonio Machado, Menéndez Pidal y Gabriel Miró. A esta obra siguieron La Amante (1925) y El alba de alhelí (1925-26). En sus primeros libros se aprecia claramente la influencia de Gil Vicente, del Cancionero y Romancero españoles y de otros autores como Garcilaso, Góngora, Lope, Bécquer, Baudelaire, Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado.
Su poesía es "popular" -según Juan Ramón Jiménez-, "pero sin acarreo fácil, personalísima, de tradición española, pero sin retorno innecesario, nueva, fresca y acabada a la vez, rendida, ágil, graciosa, parpadeante: andalucísima". La etapa neogongorista y humorista de Cal y canto (1926-1927) marca la transición de este autor a la fase superrealista de Sobre los ángeles (1927-1928). A partir de entonces, y tras afiliarse al partido comunista, su obra adquiere tono político. Este giro le lleva a considerar su obra anterior como un cielo cerrado y una contribución irremediable a la poesía burguesa.
La poesía de Alberti cobra cada vez más un tono irónico y desgarrado, como los poemas burlescos Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929), Sermones y moradas (1929-1930) y la elegía cívica Con los zapatos puestos tengo que morir (1930). A partir de 1931 aborda el teatro, estrenando El hombre deshabitado y El adefesio. Posteriormente recorre varios países de Europa, pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, para estudiar las nuevas tendencias del teatro.
En 1933 escribe Consignas y Un fantasma recorre Europa, y en 1935, 13 bandas y 48 estrellas. En 1939, al terminar la Guerra Civil española, emigra a la República Argentina, desde donde se traslada a Roma en 1962. En 1945 publica, en Buenos Aires, A la pintura: poema del color y la línea, y además un volumen que abarca la casi totalidad de su obra lírica, Poesía, donde se muestra cierta nostalgia por la patria. Regresa finalmente a España en 1977.
Su producción poética continúa con la misma intensidad en estos años, prolongándose sin fisuras hasta muy avanzada edad.
A su vuelta a España es elegido diputado por el Partido Comunista de España, pero renuncia a su escaño para proseguir su tarea literaria y dar recitales por toda España. Sus libros de memorias cosechan grandes éxitos en las distintas ediciones, cada vez más completas, de los diferentes volúmenes de su Arboleda perdida. Entre las numerosas distinciones y homenajes que se le dedican destaca el Premio Miguel de Cervantes, que le es concedido en el año 1983. Fallece el 28 de octubre de 1999 en la misma ciudad que le vio nacer hacía 96 años.

lunes, 8 de febrero de 2016

De tanto preguntar por Dios


De tanto preguntar por Dios a todos los que en el creían,
terminé por encontrarlo y ahora ya sé quien es Dios,
Dios es sólo una inmensa palabra vacía
que la gente ha llenado con lo que quería.
Cuando lo necesitan lo ponen, lo adoran, lo quitan
y ya se acabó,
La vida no nos la da él,
la vida solamente la da una madre
que es el fruto más limpio y más adorable
del encuentro de un hombre y una mujer
ardiendo en el deseo.
No digan para asustarme
que Dios me está oyendo y me va a castigar,
que lo he llamado mil veces y nunca me ha oído.
Dios no anda sobre las aguas
ni Dios multiplica los peces y el pan,
si no que se lo pregunten a cada mendigo.
Dios no está con los necesitados
porque lo han buscado y nunca ha aparecido,
ni tampoco nunca dio señales
por los criminales que están sin castigo,
Dios jamás nos envió a su hijo
porque con un hijo un padre no hace eso,
ni lucha con el diablo
ni los milagros son verdaderos,
y si estás de rodillas rezando,
levántate y anda que aquí sólo manda,
aquí sólo manda el maldito dinero.

Juan Carlos Aragón Becerra
Comparsa Las Noches de Bohemia (2010)

Cuando Sara, la profesora de música,  y Gurb, después de escucharos hablar con entusiasmo de las agrupaciones de Cádiz en las últimas semanas, decidieron elegir una letra de alguna comparsa como Poema de la semana, y os preguntaron, después de daros la posibilidad de elegir, la razón por la que habíais escogido ésta, no dudasteis en responder: Porque es verdad… Y, aunque hubo un momento de duda entre los dos, pues se trata de una letra un tanto controvertida y no queríamos ofender a nadie (vaya por delante nuestro respeto a toda creencia religiosa o no creencia), les convenció enseguida la emoción con la que, delante de la pantalla de la pizarra digital, cantabais al compás de los componentes de la comparsa Las Noches de Bohemia. Al fin y al cabo, si se trataba de una de las letras y comparsas de los últimos años con la que más os identificabais y la ibais a interpretar para todo el instituto, no veían ningún motivo para deciros que no, si además, Gurb, quien esto escribe, suscribe todos y cada uno de sus versos.

Porque es verdad es una respuesta tan sencilla como compleja: ¿es verdad que Dios es sólo una inmensa palabra vacía, que quieren asustarme con que Dios me está oyendo y me va a castigar, que Dios no multiplicó los panes y los peces, que aquí solo manda el dinero?  Que cada cual se responda con arreglo a sus creencias. La letra, ya lo dijimos la semana de Bowie, sin la música y sin, sobre todo, el chorro de voz de los componentes de Las noches de Bohemia, se queda, como un globo después de unas horas, un tanto desinflada; aunque no por ello pierde calidad al leerla. Sencillamente es que la emoción que transmiten los quince o dieciséis  miembros de la comparsa a coro temblando sobre el escenario del Gran Teatro Falla, pone los pelos de punta.

 Paralelamente al planteamiento metafísico, el pasodoble expresa una fuerte crítica social; uno de los rasgos más característicos de las letras de carnaval. En él se le atribuyen al dinero, al equipararlo a Dios, sus tres cualidades fundamentales: la omnipresencia, la omnisciencia y la omnipotencia  (y si esto no es verdad que baje Dios y lo vea… ). La ácida crítica social siempre instalada en la más rotunda actualidad, junto a sus grandes dosis de ingenio y de humor, hacen de las letras de carnaval, especialmente en Cádiz, un cóctel que convierte a esta fiesta popular en una de las más interesantes, más divertidas y más grandes de este país.

Y la diversión está en el origen mismo del carnaval, pues según los estudiosos su celebración parece remontarse a las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del toro Apis, en Egipto. Los disfraces y las máscaras son, por tanto, precristianos. Sin embargo, parece ser que el carnaval  es un hijo, aunque sea pródigo, del cristianismo; a raíz de su expansión fue cuando más auge tomó y la fiesta adquirió el nombre de carnaval, teniendo como motivo principal el hecho de despedirse de comer carne y de llevar una vida licenciosa durante el tiempo de cuaresma. Por lo tanto, sin la idea de la cuaresma no existiría en la forma en que ha existido desde la Edad Media en Europa; tiempo en que la Iglesia Católica propuso una etimología de carnaval: carnem-levare del latín vulgar, que significa 'abandonar la carne' (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la cuaresma). Aunque en la actualidad se manejan otras como la voz italiana carnevale, compuesta de carnem-vale latino, que significa 'adiós a la carne'.  Pero no se refiere sólo a la carne; sino a lo carnal y a los placeres que de ello se derivan.

Son numerosísimas las obras de arte y literarias que recrean la pugna entre el carnaval y la cuaresma, pero por su gran valor vamos a citar solo dos: un cuadro del pintor flamenco Pieter Brueguel “el Viejo”, El combate entre don Carnal y doña Cuaresma (1559), y El libro de buen amor (1330), de Juan Ruíz, Arcipreste de Hita, en donde en uno de sus episodios, el de la Pelea que ovo don Carnal con la Quaresma, se desarrolla, como hemos anotado, este motivo de amplia difusión en la tradición europea: el enfrentamiento alegórico en un campo de batalla entre el carnaval y la cuaresma. En éste, ambos contendientes se baten en duelo acompañados cada uno por un ejército integrado por representantes de la gastronomía permitida y prescrita en ambos momentos del calendario eclesiástico: la carne y el pescado.

El auge del carnaval, precisando un poco más en las fechas, comienza en el siglo XII en toda Europa. Irá ganando protagonismo hasta que en el XV se conforme casi exactamente tal como lo conocemos hoy en día, pero no será hasta el siglo XVI, a pesar de algunas prohibiciones, cuando alcance su esplendor, sobre todo en España. Eran tres días de celebración a lo grande, en los que casi todo estaba permitido; de ahí uno de los motivos de ir disfrazado, taparse el rostro y salvaguardar el anonimato; incluso uno podía salirse del hermético estamento social al que pertenecía para convertirse en un noble o en un rey. Hoy en día, esta celebración se ha alargado una semana, y no os voy a contar en qué consiste; lleváis disfrutándola todo el fin de semana. Somos herederos y continuadores de esta rica tradición popular. Esta mañana, sin ir más lejos, en los pasillos del instituto, don Carnal y doña Cuaresma han retomado su ancestral pugna defendiendo cada cual lo que creía justo: el primero, la elección de esta letra por parte de sus alumnos; la segunda, proponiendo la opción opuesta. En fin, como veis, la tradición sigue muy, muy viva...

Estamos acabando el carnaval, símbolo de los placeres de la vida; durará hasta el próximo Miércoles de Ceniza, día en que comienza la cuaresma: cuarenta días de sobrias costumbres; pero esa es harina de otro costal…

BIOGRAFÍA DE JUAN CARLOS ARAGÓN
Licenciado en Filosofía por Universidad de Sevilla, compagina su faceta creativa con la docencia. Aragón es hoy por hoy el autor más mediático, dentro del Concurso y fuera de él, capaz de levantar pasiones como nadie, bien a favor, bien en contra: todo menos la indiferencia. Aunque comienza su andadura en el Carnaval muy joven, con agrupaciones juveniles, se recuerda sobre todo su curriculum desde el año 1994 con Un Peasso Coro, agrupación que queda a tan sólo nueve puntos de la final, seguida al año siguiente de Los Tintos de Verano, con la que se lleva el primer Premio Cajonazo (el primero de los que el concurso le tenía reservado). En 1996 llega por primera vez a la final con la chirigota Los Guiris y consigue un cuarto premio en su modalidad. Los años siguientes, con Kadi City y Las Ruinas Romanas vuelve a quedarse en la calle, pese a la gran aclamación popular de la que gozaron aquellas chirigotas. No es hasta 1999 cuando Juan Carlos consigue el primer premio con la chirigota Los Yesterdays, además logrando con el pasodoble Aunque diga Blas Infante el primer premio en el II Certamen Coplas para Andalucía. Con el nuevo siglo, Juan Carlos Aragón comienza a escribir Comparsas, iniciándose con el antiguo grupo de Ángel Subiela. En este año obtiene un segundo premio con su comparsa Los Condenaos, quedando a sólo un punto de resultar ganadora. En 2002, consigue el primer premio con Los Ángeles Caídos. Simultáneamente sus chirigotas Flamenkito Apaleao, los Panteras y VOTA PICHA también alcanzan las finales de su modalidad. En 2003 obtiene un cuarto premio con su comparsa Los Americanos, última agrupación que compone para el grupo de Ángel Subiela, ya que en 2004 vuelve con parte de su grupo de chirigota para presentar la inolvidable comparsa 1800 Los Inmortales. Con la misma base escribe en 2005 El Golfo de Cádiz y en 2006 Los Parias, ambas finalistas. En 2007, su comparsa Araka la Kana, tras un nuevo giro en su grupo, obtiene el primer premio de la modalidad en el COAC, con una apuesta tan revolucionaria como aplaudida por el público en general. Al margen, durante estos años colabora como autor de música en las chirigotas dirigidas por El Petra.
En el año 2008 escribe la comparsa La Banda el Capitán Veneno, consiguiendo el tercer puesto en el concurso del COAC. También ese año vuelve a actuar con su grupo en las tablas del Falla, consiguiendo el tercer premio. Al año siguiente escribe para Los Comparsistas se la dan de Artistas, quedándose sólo en semifinales. En 2010, tras nuevo cambio de grupo, presenta al Concurso Las Noches de Bohemia, cuya excelencia y respuesta del público no evita que se vuelva a quedar fuera de la final en extrañas circunstancias y contra todo pronóstico. En el año 2011 se presentó con Los Príncipes, quedándose por tercer año consecutivo en semifinales. Pero en 2012 volvió a alcanzar la Gran Final con La Serenissima, y obtuvo el segundo premio en contra del fervor popular que, tras la polémica inicial la daba como favorita. En 2013 presentó Catastrophic Magic Band, bajo la polémica por la filtración de un pasodoble a cinco días del debut de la Comparsa. Trás la gloria, Aragón vuelve a quedarse en Semifinales. Harto de los malos rollos del Concurso, en 2014 Juan Carlos decide presentar Los Ladrones, su nueva comparsa, en diferentes teatros de la geografía andaluza con una espectacular acogida de público. Para el 2015 vuelve al concurso oficial (COAC) con el nombre de "Los millonarios", donde el 13 de febrero de 2015 se hace con el primer premio de comparsas. Sin embargo, tras este éxito de comparsa, el autor gaditano había planteado la posibilidad de descansar con su comparsa. El 4 de octubre anuncia el nombre de la comparsa para 2016: "La Guayabera"
Algunas de sus coplas, han traspasado las fronteras de Cádiz e incluso de Andalucía, gracias a cantantes como Alejandro Sanz que las incluyeron dentro de su repertorio.

lunes, 1 de febrero de 2016

Pido la paz y la palabra



Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.

Blas de Otero
Pido la paz y la palabra
Ed.Lumen

 
Para qué vamos a engañarnos, asomarse al inabarcable mirador del mundo a través de los medios de comunicación produce vértigo, mucho vértigo:
IRAK SE ALÍA CON RUSIA, IRÁN Y SIRIA PARA COMBATIR AL ESTADO ISLÁMICO.

ITALIA INSISTE EN QUE LA SITUACIÓN DE LIBIA NO PUEDE MANTENERSE Y ABRE LA PUERTA A LA INTERVENCIÓN

ALEMANIA Y SUECIA ACELERAN LA EXPULSIÓN DE INMIGRANTES

PULSERAS OBLIGATORIAS Y PUERTAS ROJAS “MARCAN” A LOS REFUGIADOS EN GRAN BRETAÑA

DINAMARCA APRUEBA LA LEY PARA CONFISCAR BIENES A LOS REFUGIADOS

MOGUERINI: “EL ANTISEMITISMO AÚN ESTÁ VIVO EN LA UE CIVILIZADA”

LA ONU VERIFICARÁ EL CESE AL FUEGO Y LA DEJACIÓN DE ARMAS DE LAS FARC

MUERE A TIROS UNA PALESTINA DE 13 AÑOS AL ATACAR A UN GUARDIA ISRAELÍ

NUEVE JÓVENES SECUESTRADOS EN UNA OLA DE VIOLENCIA EN MÉXICO

DETENIDO EL MARIDO DE UNA MUJER ASESINADA EN AVILÉS

DIEGO, DE 11 AÑOS, ANTES DEL SUICIDIO: “NO AGUANTO IR AL COLEGIO”

Y después de leer estas noticias, uno se pregunta si todos  estos acontecimientos podrían haberse evitado si cada uno de los implicados en cada uno de ellos hubieran pedido la paz, primero y, a continuación, la palabra…

Pido la paz y la palabra, publicado en 1955, es uno de los libros clásicos y míticos de posguerra, aunque leído ahora, podemos apreciarlo también como un libro de una asombrosa actualidad. En él, su autor, Blas de Otero, uno de nuestros más hondos poetas contemporáneos, perteneciente al movimiento literario conocido hoy como poesía social (poesía de denuncia y reivindicación de la libertad), grita en voz baja pidiendo la paz, un término subversivo en la época, y luego la palabra (el propio autor tuvo que modificar algunos de sus poemas para salvar la censura y poder publicarlos).

En el poema (homónimo del libro del que acabamos de hablar), podemos advertir en su corta pero intensa duración esa constante de la poesía de posguerra: la denuncia social: Digo/”del hombre y su justicia”/”océano pacífico”,/ lo que me dejan…y aquí es donde vemos cómo Blas de Otero realiza su queja y dice, solamente, lo que le dejan decir…Algo de lo que ya habíamos hablado hace unas semanas con el poema Libertad de Joan Margarit: en España, durante la dictadura franquista, los vencedores de aquella guerra incivil quitaron a la mayoría de los españoles casi todo; incluso la creación más valiosa y hermosa del ser humano: LA PALABRA.

El motivo por el cual hemos escogido este poema como Poema de la semana, es que hoy, 30 de enero del 2016, sábado, día en que escribo este comentario, celebramos El Día Escolar de la No-violencia y la Paz, conmemorando la muerte del líder nacional y espiritual de la India, Mahatma Gandhi, el 30 de Enero de 1948, asesinado a tiros por un fanático hinduista. Así, el fin de semana nos sirve de bisagra, pues esta semana habéis comenzado a realizar con Silvia una estupenda actividad para celebrarlo y, la próxima, la continuaréis y seguiremos reflexionando con otras.

De vuelta a los estremecedores titulares de la semana (las medidas de Gran Bretaña, Suecia y Dinamarca contra los exilados de la guerra en Siria deberían hacernos reflexionar acerca de qué Europa estamos construyendo), cabe preguntarnos qué podemos hacer cada uno de nosotros, individualmente, en el estrecho espacio de nuestra vida, para cambiar las cosas. Y, aunque sea difícil, debemos de aceptar que no podemos cambiar el mundo, esto es evidente; no tenemos ninguna varita mágica con la que detener un conflicto. No podemos cambiar el mundo, insisto; pero sí podemos empezar a cambiarlo; y podemos empezar a cambiarlo con pequeños gestos diarios. Y debemos de tratar de hacerlo.

Mediante la palabra, la humanidad a lo largo de la historia ha logrado grandes cosas. Con ella, y esto es fundamental, podemos meternos en la piel del otro; sentir su pensamiento y pensar su sentimiento, y llegar a ese estado de afectividad compartida que los “modernos del idioma” llaman feeling, y que nosotros reivindicamos desde aquí como empatía, una preciosa palabra insustituible, cuyo significado (como hemos apuntado más arriba) quizá sea la clave de la paz que tanto anhelamos.

Busca la paz interior que hay en ti, siéntete bien contigo mismo; cuanto más lo hagas, mejor te enfrentarás a las dificultades que la vida te presente. Resuelve tu pasado y no te obsesiones con los pensamientos que hablen de tu futuro. No te dejes arrastrar por la envidia banal, la exigencia absurda o la culpa pegajosa. Permítete sentir la tristeza y la alegría, el miedo y la valentía; y escúchalos, puede que traigan para ti algún mensaje muy valioso. Porque a veces la guerra nos la declaramos a nosotros mismos, es necesario liberarnos de preocupaciones, estrés y sufrimientos innecesarios; y es indispensable la calma y la tranquilidad que nos proporciona el autoconocimiento, como mecanismo de control de uno mismo. Cuanto más nos alejamos de nuestra paz interior, más cerca estamos de no respetar la de los demás, y corremos el riesgo de caer en cualquier tipo de violencia. Así que busca la paz que hay en ti y luego pídela a tus iguales. Pide la paz y la palabra a la hora de levantarte, en el primer encuentro del día con tus padres y hermanos; en el momento del desayuno; esperando a tu compañero o compañera en la puerta de su casa; en la entrada del instituto antes de que suene el timbre. Levanta la mano y pide la paz y la palabra a tus profesores y compañeros en cada clase. También en el recreo, a tus amigos; en la salida y en el nuevo encuentro familiar al llegar a casa; por la tarde, practicando vuestro deporte favorito.

¿Qué ocurriría si estos pequeños actos cotidianos se propagaran por el mundo como una epidemia y contagiaran a toda la humanidad?

Esta semana y siempre, quizá así podamos empezar a cambiar las cosas, PIDE LA PAZ Y LA PALABRA…

BIOGRAFÍA BLAS DE OTERO
(Bilbao, 1916 - Madrid, 1979) Poeta español. Su obra, que parte de la angustia metafísica para desembocar en lo social y testimonial, es una de las más importantes de la lírica de posguerra, y un ejemplo del llamado "exilio interior" que caracterizó a buena parte de la resistencia contra el franquismo ejercida desde la propia España.
Educado con los jesuitas, estudió Derecho en Valladolid y Filosofía y Letras en Madrid. En 1951, a raíz de un viaje a París, ingresó en el Partido Comunista. Vivió largos períodos en Francia y en Cuba.
Sus primeros poemarios pusieron de manifiesto sus inquietudes religiosas. En Cántico espiritual (1942), la influencia de los místicos españoles se expresó a través de una fe inquebrantable, pero ya en Ángel fieramente humano (1950) predominó el conflicto metafísico, con exasperados diálogos con Dios en los que se alternan la súplica dolorida y un sombrío nihilismo.
A partir de Redoble de conciencia (1951) el grito de angustia individual se proyectó en lo universal, y reflejó el horror provocado por los conflictos bélicos acaecidos en España y Europa. Posteriormente apareció Ancia (1958), título formado con la primera y la última sílabas, respectivamente, de los dos volúmenes anteriores, donde se incluyeron bastantes poemas inéditos.
Ancia es quizá la mejor parte de su obra: poesía bronca y "desarraigada" (en calificación de su prologuista Dámaso Alonso), de imprecación religiosa y de intensa desolación existencial; expresión asimismo de una poderosa energía verbal, con predominio de formas clásicas (en especial el soneto), agresiva imaginería y juegos conceptistas, coexistencia de niveles léxicos dispares (culto, coloquial), hábil recurso a la armonía imitativa, empleo del collage. Esta lengua poética singularizará siempre su poesía, a pesar de los cambios.
Pero fue Pido la paz y la palabra (1955) el libro que señaló más claramente un cambio de rumbo en su lírica, que a partir de ese momento puso en segundo plano su escepticismo existencial para proclamar una nueva fe en la solidaridad humana y afirmar la necesidad de la esperanza salvadora. La tarea primordial fue "demostrar hermandad con la tragedia viva", lo que consiguió a través de un credo poético combativo y comprometido.
En castellano (1960) fue una prolongación de esta preocupación social, mientras que, frente a la "inmensa minoría" que J. R. Jiménez declaró como destinataria de sus versos, de Otero se dirigió a la totalidad de las gentes con libros como Con la inmensa mayoría (1961) y Hacia la inmensa mayoría (1962), compendio de su producción anterior. La voz áspera y agitada del autor, que recordaba frecuentemente el tono crispado de Miguel de Unamuno, continuó pronunciándose en Esto no es un libro (1963), Que trata de España (1964), Mientras (1970) y Poesía con nombres (1977). Abordó también la prosa autobiográfica en Historias fingidas y verdaderas (1970).