Los profesores del IES. Sácilis, convencidos de la utilidad de la literatura en general, y de la poesía en particular, nos vemos en la necesidad de plantear esta experiencia educativa como un recurso más para abordar la noble tarea que significa impartir clase. Nuestra esperanza es que algo cambie, que nuestro centro se enriquezca con nuevas prácticas, y que lo haga mediante cauces que incentiven día a día nuestro trabajo.


¿Qué pretendemos con EL POEMA DE LA SEMANA?

  1. Fomentar la lectura como uno de los actos que más dignifica al ser humano, apoyando los objetivos del Plan de lectura y biblioteca.
  2. Cambiar, mediante pequeños gestos, el día a día de nuestra labor docente para modificar y mejorar el ámbito en el que trabajamos, recurriendo en este caso a un “arma poderosa”, como es la poesía.
  3. Colocar un poema en la entrada del centro, en un espacio creado para tal fin, además de en otros lugares como pasillos, clases, o en el entorno virtual de las TIC.2: Blog “Poema de la semana”, facebook, instagram...
  4. Romper entre nuestro alumnado y, en general, en toda la comunidad educativa, los prejuicios que se tienen acerca de este género literario: la poesía no es aburrida, ni difícil de leer, ni es un desahogo romántico, o algo cursi...
  5. Mostrar su utilidad real: la poesía sirve para pensar despacio, para aprender a amar las palabras, para atenuar la violencia verbal y conocernos y comunicarnos; sirve para ligar, para sonrojar a un chico o a una chica, para consolar, para regalarla...La poesía es como un inmenso botiquín con toda clase de medicamentos que curan la ansiedad, la soledad, el insomnio, la melancolía, los enfados, las migrañas, los dolores del amor...Nos ayuda a entender mejor nuestros sentimientos y a leer mejor en los demás; a sentirnos rodeados de belleza; a rebelarnos contra el mundo... Además un poema puede leerse a cualquier hora del día o en cualquier lugar: en el café; mientras hacemos el trayecto hacia el instituto o trabajo en coche, bus o tren; esperando en la consulta del doctor o en la oficina de correos; a la hora del almuerzo, la cena; o en la cama, antes de dormir...
  6. Difundir la obra de nuestros poetas contemporáneos y enriquecernos con su mirada sobre el mundo actual, ampliando sus límites y fronteras.


EL POEMA DE LA SEMANA se inicia con la ilusión de que todos los compañeros, padres y madres y, cómo no, todos los alumnos, participen en esta novedosa actividad. Simplemente leyendo los poemas o incluso (¡qué gran éxito sería para nosotros!) proponiendo poemas para su difusión en este espacio o divulgando la existencia del proyecto a través de cualquier cauce. Por tanto, es a la par un lugar de encuentro y un sitio abierto a toda la comunidad educativa del IES. Sácilis.


martes, 24 de octubre de 2017

Muros


Apología y petición

Y qué decir de nuestra madre España,
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin más, pobreza y mal gobierno,
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra historia?
De todas las historias de la Historia
la más triste sin duda es la de España
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administración de su pobreza.
Nuestra famosa inmemorial pobreza
cuyo origen se pierde en las historias
que dicen que no es culpa del gobierno,
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus hombres.
A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos simple, en otra España
en donde sí que importa un mal gobierno.
Quiero creer que nuestro mal gobierno
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
puede y debe salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.
Quiero creer que no hay tales demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia.
Son ellos quienes han vendido al hombre,
los que le han vertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.
Pido que España expulse a esos demonios.
Que la pobreza suba hasta el gobierno.
Que sea el hombre el dueño de su historia.

Jaime Gil de Biedma
Las personas del verbo
Ed. Seix Barral (1982)


La grandeza de las obras de arte que así merecen llamarse es que atraviesan el tejido no visible del tiempo y rompiendo todas las fronteras, se cuelan en todos los espacios alumbrando con su luz beatífica la conciencia del hombre. Este poema de Jaime Gil de Biedma, escrito a principios de los años sesenta en el contexto de la horrible España franquista, tiene, como es natural,  una fácil lectura de su época pero, lamentablemente, sigue siendo tan actual que no podemos más que alabar la sutileza con la que el poeta catalán lo escribió, perpetuándose su significado más allá de los estrechos límites en los que fue concebido.

En fin, como si no existiera otro problema en España o en el mundo, en los últimos meses, intensificándose en las últimas semanas, estamos asistiendo a un circo en donde payasos de ambos lados, con su ya crónica irresponsabilidad, soberbia y estupidez, nos ofrecen un espectáculo diario repugnantemente vergonzoso, que además constituye un ejemplo tan pésimo desde el punto de vista educativo que nos sirve a los docentes como explicación a nuestros alumnos de lo que nunca debe hacerse. ¿Para qué sirve, digo yo, hablaros del diálogo necesario para resolver conflictos si cuando llegáis a casa os encontráis con esta panda de animales hambrientos despedazándose los unos a los otros? ¿De qué sirve hablaros de la necesidad de romper barreras y fronteras siguiendo el fluir natural de la historia, cuando dos millones de personas a las que nos unen muchísimas más cosas de las que nos separan se disponen a levantar muros, más por cuestiones económicas que emocionales, según las últimas estadísticas? Respetamos el nacionalismo como sentimiento, tanto el catalán como el español, aunque desde aquí lo consideremos reaccionario y excluyente, y, por esa misma razón, creemos que la exaltación de uno de esos nacionalismos está despertando la víbora del otro. Pero apoyamos el diálogo, y lo apoyamos para reformar la ley y celebrar un referéndum legal. ¡Qué le vamos a hacer! Si se quieren marchar y verdaderamente constituyen una mayoría, pues que se marchen, ¡adéu Catalunya! Lo que nos cuesta respetar es la mala educación (en el sentido más amplio que pueda tener esta expresión), el engaño, los modales (destrozar libros de Juan Marsé o llamar fascista a Serrat porque ambos han criticado el procés, no nos parece la mejor manera de darle legitimidad al nacimiento de una nueva nación) y la soberbia. Abrirse al mundo, además de una cuestión de responsabilidad ética, es una cuestión de sentido común, por eso nuestra apuesta educativa es la contraria: el internacionalismo, y con él todo lo que conlleva: solidaridad, respeto, acogida, reconocimiento, empatía y ayuda mutua entre los seres humanos.

Volviendo al poema, nosotros también queremos pensar, como el gran poeta catalán,  en otra historia de España en donde sí nos importe el mal gobierno. Aquí no solo nos importa, sino que además nos produce un tremendo vértigo la penosa situación actual. La desdicha humana (aunque nos vendan otra cosa), a tenor de las cifras de paro y pobreza, y la degradación democrática y cultural de España en los últimos años por parte del Gobierno central ha creado un clima asfixiante, que junto a la corrupción han hecho de España un lugar irrespirable. El propio Estado y los grandes poderes a los que llamamos fácticos: banca, sector empresarial, iglesia y medios de comunicación, a quienes no importamos nada, son responsables también en la actualidad de haber secuestrado la salud de España.

Siguiendo con el mismo tema y para que os hagáis una idea de cómo era la educación en nuestro país a principios de los años sesenta, el tiempo en que fue escrito el poema de esta semana, os hemos traído Another Brick in the Wall, de 1979, la mítica canción del grupo británico de rock Pink Floyd, que denuncia la rigidez educativa del sistema británico, extrapolable al nuestro en los mismos años a los que ya nos hemos referido. De aquellos polvos estos lodos. Algunas veces tengo la sensación de que este país es esa inmensa aula de la canción, y que nuestros gobernantes son esos profesores autoritarios y arrogantes que se ríen de nosotros y humillan a los poetas. Y que nosotros solo somos las piezas de un miserable engranaje que nos destruye. Tenemos que expulsar a esos virtuosos de la infamia a los que no les salen las cuentas, para que no nos roben nuestros sueños y convertirnos en dueños de nuestra historia. Hey! Teachers! We don't need no thought control…


Gurb



BIOGRAFÍA

Jaime Gil de Biedma